(Chema Forte, Especial desde Galicia)

Pintarle las calles a una ciudad ha sido (y en muchos casos lo sigue siendo) un acto clandestino y, sin embargo, hemos llegado al punto, en gran parte por artistas como Banksy, en que la exhibición pública del arte urbano es una manifestación cultural más.

Es lo que ocurre en Ferrol, en el norte de Galicia, en cuyo puerto estos días está fondeada la Fragata Libertad y donde se guarda una estrecha relación con esta corriente artística que, además, se ha ido manteniendo desde diferentes administraciones y organizaciones. 

Meninas de Canido: Un fenómeno que trascendió fronteras

Son los del barrio de Canido, gracias a sus Meninas, los que han traspasado fronteras, porque han sido los principales precursores de lo que muchos califican como un auténtico fenómeno cultural. 

Desde hace casi veinte años han apostado por el arte urbano, dando color a las fachadas de sus edificios, aprovechando el saber hacer de grandes artistas, vinculados o no al mundo del graffiti. 

Las primeras iniciativas datan de 2008 y el último ejemplo es de hace solo unos meses, cuando se convocó a grandes referentes del arte urbano para pintar los murales de la Ruta das Meninas: suman más de 500, distribuidos por los distintos rincones y con la temática más diversa. 

Entre los participantes destacaron Diego As, Sergio Ayala, María Die, Isabella Fox y Willy Anido o Sfhir

De la depresión a la inspiración: Ferrol se (re)dibuja

El principal impulsor de esta movida es Eduardo Hermida. En una reciente nota en la prensa local dice que tiene claro que algo está sucediendo en torno al arte urbano en Ferrol y rememora que “algo que empezó de una forma totalmente crítica hacia el estado de abandono del barrio, se ha convertido en algo extraordinario” y que “con Meninas, y dentro de nuestra humildad, hemos sido capaces de hacer todo lo que hemos hecho con los pocos medios de los que disponemos”. 

Así, recuerda que en la pasada edición han sido capaces de traer a Canido “a cuatro referentes mundiales; lo cierto es que no doy crédito a lo que ha pasado”.

Y tiene razón, porque “pasear por las calles del barrio es como visitar un museo a cielo abierto, donde conviven murales de artistas de prestigio internacional con obras de arte de los vecinos y vecinas, conformando un conjunto que se ha traducido en un reclamo turístico y un motivo de orgullo para todos”, asevera.

Pinceles contra el pasado: El arte borra sombras en Ferrol

Hace unos años Ferrol, que se sacó el apellido “del Caudillo” meses después de la muerte de Franco, era una de las ciudades con menos servicios de España y Canido, uno de sus barrios más deprimidos. 

Hoy, sus murales son un excelente atractivo turístico y se puede constatar que en todo este tiempo Ferrol ha encontrado en las Meninas de Canido una manera de reinventarse y reivindicarse. 

Además, es contagioso y lo mismo ocurre con otras localidades de la zona como Fene, donde solo cuentan con seis murales, pero dos de ellos se han situado entre los mejores del mundo. 

Y no solo son turistas: en cada curso escolar se organizan excursiones y rutas culturales, que tienen amplia repercusión en los medios de comunicación nacionales e internacionales.

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