“¿Qué lleva a un grupo numeroso de personas a embanderarse detrás de un proyecto donde lo fundamental es la lectura de poesías?, ¿qué lleva a famosos y desconocidos a transitar el mismo escenario poniendo en su boca letras y músicas ajenas?”, se preguntaba el periodista Diego D ́ Angelo mientras revisaba fotos, programas, recortes, videos y casetes de audios de un ciclo que se llamó Poesía Abierta, creado por el poeta y periodista Daniel Giribaldi.
Los materiales que el periodista revisaba aparecieron junto a un documental filmado en Súper 8, “Ayer se murió mi muerte”, dirigido por el cineasta salteño Alejandro Arroz, que contaba con la participación de referentes de la cultura como “Poroto” Botana, Jorge Marzialli, Perla Santalla, Edmundo Rivero, y familiares y amigos de Giribaldi.
Tras su estreno, el documental -que estaba en casa de Beatriz (viuda de Giribaldi)- permaneció perdido por más de 25 años hasta que D´ Angelo lo encontró; y junto a él, el descubrimiento de un gran acervo de lo que había sido aquel ciclo de poesía.
Entonces, el periodista y realizador visual, decidió hacer un documental que contara cómo fue que un ciclo -nada más y nada menos que de poesía-, había logrado sostenerse durante quince años. Y no solo eso: se había instalado como un espacio de resistencia que reunía en bares de San Telmo a jóvenes escritores y otros ya consagrados que se juntaban a compartir sueños de libertad.
En efecto, Poesía Abierta, que había empezado en 1982 y se prolongaría durante 15 años, tuvo la rebeldía de desafiar al gobierno militar de la época organizando encuentros en los bares y continuó haciéndolo en democracia.
A los encuentros iban las más diversas figuras de la escena cultural nacional y reunió entre tantos otros a Horacio Ferrer, Alejandro Dolina, Ramón Ayala, Teresa Parodi, Rubén Juárez, María Vaner, Virgilio Expósito, Amelita Baltar, Federico Luppi, Virginia Lago y Soledad Silveyra.
“Poesía Abierta tuvo dos etapas: la primera va desde su creación, en 1982, hasta la muerte de Daniel Giribaldi en 1984. En esos años la Guerra de Malvinas había debilitado al gobierno de facto y surgían en todo el país expresiones de rebeldía y libertad. Giribaldi organizaba por ese entonces reuniones semanales en bares de San Telmo, donde leían poemas jóvenes escritores y consagrados. Y la segunda etapa empezó cuando, tras la muerte del poeta, Beatriz Balve y Aurora Giribaldi, su viuda y su hija, continuaron el ciclo en “El Viejo Almacén”, cuenta Eduardo Sánchez, de Hiperkinesis Films, una de las productoras del documental, junto a Imagen Producciones.
Fueron pocos los movimientos argentinos que aglutinaron de este modo a los poetas. Para ir, estar y pertenecer, sólo había una condición: ser poeta; y solo estuvo vedado a aquellos que durante los años anteriores se dedicaron a cercenar derechos, incluidos los de la palabra.
“Ese fue quizás el sueño más profundo que soñó Daniel Giribaldi; tan profundo que lo perpetuó más allá de su muerte. Aquello me conmueve de Poesía Abierta, fue un espacio de luz en medio de aquella dictadura hasta que la sociedad toda recuperó la democracia hace 40 años. Un lugar donde todos disponían del tiempo y el espacio para leer, para escuchar, para emocionarse”, dice D ́ Angelo.
Para ver
Dirigida por Diego D´Angelo y con guión de Alejandro Arroz, la película estuvo en el Cine Gaumont (Buenos Aires) del 5 al 11 de junio y ahora llega a las salas cordobesas.
Podrá verse el jueves 26, viernes 27, sábado 28 y domingo 29 a las 19 en Cine Arte Córdoba (27 de abril 275).
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