En tiempos donde la vorágine cotidiana nos empuja al descarte rápido -de objetos, de vínculos, de memorias-, detenerse a mirar lo que hemos perdido se vuelve un acto de resistencia. 

Hay una urgencia en recuperar la ternura, esa que parece extraviada en los rincones de una sociedad que a menudo olvida mirar a los costados.

Y es justamente ahí, en esa grieta entre el olvido y el encuentro, donde la Fundación Desafiarte vuelve a plantar bandera, ya que este sábado 6, la Sala Carlos Giménez del Teatro Real se convertirá en un refugio para esas “causas perdidas” que insistimos en abandonar.

Una trinchera de derechos culturales

No es casualidad que esto suceda bajo el sello de Desafiarte, ya que desde 2003, esta fundación ha entendido que el arte es una herramienta de transformación política y social. 

Se trata de una institución que lleva más de dos décadas sosteniendo que la cultura es un derecho y que la diversidad no es un slogan, sino el terreno fértil donde construimos ciudadanía.

Su misión ha sido siempre clara: derribar las barreras que separan el arte de la discapacidad, tejiendo una red que vincula a referentes sociales, instituciones y artistas para demostrar que el escenario es, ante todo, un espacio de igualdad. 

La metáfora del rescate

¿Cuántas veces nos hemos sentido una causa perdida? ¿Cuántas veces hemos dejado atrás lo que nos asusta o lo que creemos que no tiene sentido? 

El almacén de las causas perdidas” nos interpela y nos invita a un lugar donde habitan personajes exóticos, seres perdidos en sus propios embrollos y desconciertos. 

Pero la magia de la dramaturgia de Liliana Victorina Villena y Nora Cristina Cometto radica en la solución que proponen: la salida no es individual. Las respuestas a los conflictos aparecen en el encuentro con el par, en la vivencia compartida.

En este almacén, una dueña atesora lo que el mundo desecha. Guarda cada objeto, cada historia, con la esperanza obstinada de que llegue el momento del reencuentro. Es una metáfora potente sobre lo desposeído y lo abandonado, pero fundamentalmente sobre la amorosidad como motor de rescate.

Liliana Victorina Villena y Nora Cristina Cometto, directoras de la obra.

El colectivo en escena

Lo que veremos sobre las tablas es el resultado de ese entramado colectivo, de la mano del Elenco Teatral Desafiarte, que pone el cuerpo y la voz para dar vida a este universo.

El dispositivo escénico se completa con el diseño de Jorge Martínez y un equipo técnico formado en la misma fundación, demostrando que la inclusión abarca todos los roles de la producción artística.

Coordenadas del encuentro

La obra podrá verse este sábado 6 de diciembre a las 20 en la Sala Carlos Giménez del Teatro Real y las entradas ($10.000) ya están disponibles en boletería o a través de autoentrada.com.

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