Un nuevo documental irrumpe en la pantalla para recordarnos el poder de la empatía y la urgencia de defender lo público. Se trata del film “Cuidadoras“, que -dirigido por Martina Matzkin y Gabriela Uassouf– cuenta una historia que resuena con la lucha por el cupo laboral trans y la defensa de las políticas públicas en Argentina.

La película es una ventana a la vida de tres mujeres trans: Luciana, Maia y Yenifer, quienes, al acceder por primera vez a un empleo formal como cuidadoras en un hogar público de personas mayores, transforman sus propias vidas y las de quienes cuidan. 

El corazón de “Cuidadoras” late en los pasillos de un hogar de ancianos donde, para estas tres mujeres, se abre una oportunidad vital. Tras años ejerciendo la prostitución, este trabajo formal representa una “alternativa para su futuro, para cuando el cuerpo ya no aguante“. 

La película pone en perspectiva una dura realidad: la expectativa de vida de las personas trans en Argentina es, lamentablemente, menor a los 40 años. En este contexto, pensar en la vejez para ellas no es solo un deseo, sino el ejercicio de “un derecho históricamente negado“: la ancianidad, para la comunidad trans, es un privilegio.

La gestación del proyecto revela la profunda conexión de las directoras con esta realidad. Conocieron a estas mujeres trans mientras realizaban un curso de capacitación en cuidados, impulsadas por la búsqueda de estabilidad y proyección. 

Aunque la pandemia interrumpió el rodaje inicial, la voluntad y la colaboración con instituciones como Mocha Celis permitieron retomar el film con las protagonistas, siguiendo su camino desde el primer día como pasantes en el Hogar Santa Ana.

“Cuidadoras” nos sumerge en la construcción de vínculos inesperados y profundos. Vemos a Maia recibiendo consejos eróticos de Alicia (80), a Yeni encontrando puntos en común entre su juventud y la de Vicky (92), y a Luciana compartiendo la pasión por la aventura con Beto (85). 

El hogar mismo se convierte en un personaje, donde cuidadoras y residentes comparten, sueñan y se frustran, demostrando que lo particular de sus vidas se vuelve universal. 

Esta relación, que las directoras describen como una amistad o una “familia elegida”, irradia una ternura que merecía ser retratada.

En un momento social y político complejo, “Cuidadoras” es más que un documental; es un manifiesto. 

La película se erige como un ejemplo tangible de políticas públicas que “funcionan muy bien y que hoy están amenazadas“. Se refiere directamente a la educación pública que las formó, al cupo laboral trans que les abrió puertas y a los fondos que financian hogares públicos que atienden a personas sin recursos. 

Las directoras son claras en su motivación: “Los recortes brutales sobre las personas mayores crecen a la par de los discursos de odio frente a la diversidad“. 

En ese sentido, la obra busca “contraponer la empatía y el cuidado, al desdén que tiene el gobierno actual – y muchos otros en el mundo – sobre la vejez, la diversidad y lo público“.

“Cuidadoras” nos invita a reflexionar sobre quién cuida, a quién se cuida y bajo qué condiciones. Es una producción de Rocío Pichirili y Groncho Estudio, una pieza documental necesaria que nos interpela sobre nuestros valores como sociedad.

La película se estrena en salas argentinas este jueves 26 de junio, ofreciendo una mirada conmovedora y crítica sobre la resiliencia humana y la importancia de defender los derechos y el cuidado colectivo.

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