Molly Bloom es uno de los tres personajes principales de Ulises, la novela que el escritor irlandés publicó en 1922 y que transcurre en Dublín, en un solo día: el 16 de junio de 1904. 

A lo largo de sus mil páginas, la novela narra las aventuras y divagaciones de Leopold Bloom por la ciudad pero en el último episodio -en un capítulo exento de signos de puntuación- es Molly Bloom la que se atropella en un monólogo interior a lo largo de noventa páginas. 

Conocido como “el soliloquio de Molly Bloom”, el personaje da rienda suelta a su memoria y a su imaginación, mientras está acostada en la cama junto a Leopold, su esposo.

Se trata de uno de los monólogos dramáticos más célebres de la literatura y está escrito como un flujo de conciencia, en el que los pensamientos del personaje fluyen de manera caótica y no lineal.

Hay quienes dicen que el personaje de Molly Bloom está inspirado en Nora Barnacle, una mujer que fue compañera de Joyce y madre de sus dos hijos. 

También se dice que este personaje tiene cierta correspondencia simbólica con Penélope (otro célebre personaje de la Odisea, de Homero).

Primera edición del Ulises, de James Joyce, publicada por la librería Shakespeare and Company, en París.

En Córdoba. Interpretado por la actriz y cantora de tangos argentina Cristina Banegas, una adaptación de este soliloquio se pondrá en escena por primera vez en Córdoba. 

La estructura del monólogo, las ocho oraciones, sin signos de puntuación, la extraordinaria afirmación que hace Molly, exigen una enunciación en velocidad. Si no es en velocidad, ¿cómo traducir el pensamiento, el fluir de la conciencia a la voz hablada? Y la velocidad implica vértigo, precisión, es como hacer surf en ese río de palabras. Es un viaje vertiginoso”.

Dirigida por Carmen Baliero la adaptación estuvo a cargo de Ana Alvarado, Cristina Banegas y Laura Fryd; y tiene una particularidad: será un concierto. 

Sí, Molly Bloom será un concierto dirigido por Carmen, una gran música y una gran amiga. Ella planteó de entrada que la afirmación, los Sí de Molly son fonemas estructurales. Como una sonata, cada una de las ocho oraciones fue dividida en movimientos/unidades y la partitura que vamos construyendo sobre la partitura del texto fue encontrando sus ritmos, cadencias, staccatos, crescendos, pianissimos”, dice Banegas.

En efecto, la intimidad de este monólogo interior, que Joyce inventa, hace de Molly una Penélope liberada de la moral victoriana, que “empieza y termina con la palabra femenina Sí”, según escribe Joyce en una carta a Frank Budgen.

Así, Molly canta, recuerda fragmentos de canciones, se emociona, se ríe, se erotiza, se enoja. Molly es la música de la cabeza de una mujer.

“Celebrar haciendo Molly Bloom es, sin duda, la fiesta más difícil porque no es solamente la ‘puesta en boca’ del pensamiento de Molly; es traducir, interpretar la extraordinaria privacidad, el erotismo, la absoluta falta de censura con la que Molly piensa en su noche de insomnio, la libertad con la que expresa sus fantasías sexuales, sus teorías sobre los hombres y el amor”.

Funciones. La puesta en escena en la ciudad de Córdoba será el domingo 22 de junio a las 20 en el Teatro Real (entradas en boleterías del teatro y anticipadas en Autoentrada).

En tanto, el lunes 23 de junio a las 21 la función se realizará en San Francisco, en la sala Teatrillo (Bv. 9 de Julio 1167). 

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