Desde la 30ª Conferencia General de la UNESCO, celebrada en su sede central de París en 1999, cada 21 de marzo es el Día Mundial de la Poesía. Este organismo de las Naciones Unidas asegura que vela por la educación y la cultura, que debe servir para apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y fomentar la visibilización de aquellas lenguas que se encuentran en peligro.

Y por estos días, lo que está en peligro de demolición en España es Velintonia, un caserón de principios del Siglo XX en el que vivió durante más de cuarenta años el poeta Vicente Aleixandre, Premio Nobel de Literatura en 1977.

El poeta argentino Gabriel Impaglione escribió que la lucha que se está dando es para que la casa del poeta, ubicada en Velintonia 3 (hoy Vicente Aleixandre), sea convertida en una Casa Abierta a Todos

En los salones de esa casona hoy en ruinas -víctima de las ganas de vender de sus herederos y de la especulación inmobiliaria en uno de los barrios más caros de Madrid-, debatieron todos los integrantes de la Generación del 27, a los que acudían figuras de la cultura del momento, como Salvador Dalí y Luis Buñuel, quienes en esa época vivían en la Residencia de Estudiantes de Madrid; o el chileno Pablo Neruda, que frecuentaba asiduamente la capital española. 

Los esfuerzos de la Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre, poetas y ciudadanos vinculados a la Cultura para  convertir el inmueble en un museo y evitar su derribo ha movilizado desde 1995 a un grupo cada vez más numeroso de intelectuales que están cerca de lograr su objetivo.

Y pese a que han sido sistemáticamente desoídos, no bajan los brazos: las acciones continúan y nacen nuevas iniciativas para apoyar la lucha por mantener vivo el espíritu libre de una casa que merece ser el centro de reunión de quienes aman los versos. 

Con el tiempo, las exigencias económicas se han ido suavizando al declarar el edificio Bien de Interés Cultural y el Estado lo ha sacado a subasta -por tercera vez- en un precio más razonable.

En estos días se está celebrando la subasta y está circulando por los celulares españoles un mensaje de WhatsApp pidiendo a los ciudadanos que no pujen por Velintonia ya que un lugar así no puede ser objeto de una lucha económica. 

Mientras tanto, la Comunidad de Madrid ya ha puesto sobre la mesa su oferta. El Gobierno regional ha pujado por valor de 3.193.225 euros, que es la cantidad mínima aceptada y en la que ya se había movido hace unos meses cuando intentó adquirirlo.

Falta poco para saber qué pasará con Velintonia, testigo de los conciertos de piano de Federico García Lorca y de los debates de Espadas como labios, de Rafael Alberti y María Teresa León

Pero no solo ellos, María Zambrano, Dámaso Alonso, Jaime Gil de Biedma, los hermanos Panero y jóvenes poetas de la movida madrileña que acudían a la casa del maestro, que resistía con una mala salud de hierro el paso de la dictadura y de las décadas. 

En la segunda planta de esta casa familiar encontraron refugio la escritora Carmen Conde y su pareja, Amanda, en unos tiempos donde podrían haber terminado todos en el exilio o en la cárcel.
Velintonia, la destrucción o el amor. ¿Quién da más?

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