En el corazón de la 39ª Feria del Libro de Córdoba, donde el pulso de la ciudad se acelera entre páginas y encuentros, emerge una propuesta que desarma la prisa: Nada Urge”, el libro testimonial del periodista y escritor español Chema Forte

El sábado 11 de octubre, a las 19 horas, la Carpa Susana Cabuchi de la Plaza de la Intendencia se convertirá en un territorio de tregua, un espacio para interrogar, junto a sus palabras, el vértigo cotidiano.

Forte, licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Complutense de Madrid y colaborador en medios argentinos y europeos (actualmente en Cadena 3 y Radio Nacional Española), arriba a la docta no solo con el rigor de la crónica, sino con la fragilidad sincera de su pluma.

La pausa como manifiesto íntimo

Imagen de portada de “Nada Urge”: Carlos Alonso.

“Nada Urge” no es solo una compilación de textos; es un mapa trazado con tinta honesta sobre el accidentado camino de la vida. 

Desde el primer párrafo, el autor nos ofrece una brújula para detener el torrente. En un mundo obsesionado con la inmediatez, Forte propone la subversión de la calma, el redescubrimiento del gesto simple como núcleo de todo significado.

El libro navega por las eternidades que nos definen: la geografía de los viajes, el eco persistente de los amores, la enseñanza cruda de las enfermedades y la particular resonancia de la ciudad de Córdoba, que le sirve de lienzo vital. 

Se trata de un ejercicio de memoria y presencia, donde la sensibilidad y la precisión en las palabras se unen para recordarnos que la vida solo se revela cuando se le concede el tiempo justo, el que no corre.

El periodista español, coautor también de “Así, retratos de Fino Pizarro” -un valioso recorte de personajes locales e internacionales, del fotógrafo cordobés Fino Pizarro-, llevará su crónica íntima a la plaza, en un evento de entrada libre y gratuita hasta agotar el aforo.

Presentado por Enrique Orschanski, el encuentro promete una conversación profunda sobre el arte de estar verdaderamente presente.

Así, el autor nos convoca a una cita con nosotros mismos: la de saber que, en el fondo, cuando se ha aprendido a mirar el valor de lo esencial (la familia, el amor, el aire que respiramos), nada, en verdad, urge.

En un mundo obsesionado con la inmediatez, Forte propone el redescubrimiento del gesto simple.

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